Para hacer este bizcocho no tendrás que perder el tiempo en pesar los ingredientes, ya que el vaso del yogur te va a servir para medir las cantidades que necesitas.
Es muy fácil de hacer y el resultado es espectacular. Un bizcocho esponjoso, ligero y con ese toque de chocolate que te hará cerrar los ojos de puro placer desde el primer bocado hasta el último. Aviso que este postre es altamente adictivo y que no te conformarás sólo con un trozo.
Ingredientes:
3 o 4 huevos (Talla M)
1 yogur natural
2 vasos y medio de yogur de harina
2 vasos de yogur de azúcar
Medio vaso de cacao puro en polvo
1 vaso de yogur de aceite
1 sobre de levadura
Ralladura de naranja (opcional)
Un puñado de nueces (opcional)
Una pizca de sal
Preparación:
1- Lo primero de todo, encendemos el horno para que alcance la temperatura deseada, 170-180ºC.
2- En un bol echamos la harina, el cacao, la sal y la levadura. Mezclamos, tamizamos y reservamos.
3- Rallamos la piel de una naranja y reservamos (este ingrediente es opcional, pero os aseguro que le da un toque sensacional).
4- Trituramos un puñado de nueces y reservamos (opcional también).
5- Batimos los huevos con el azúcar hasta duplicar su volumen (este paso es muy importante para que el bizcocho salga esponjoso).
6- Añadimos el yogur y el aceite (a mi me gusta el de oliva, pero puedes usar el que tú quieras) y mezclamos bien.
7- Agregamos a la masa la mezcla de harina, cacao, levadura y sal que teníamos reservada. Os recomiendo que este paso lo hagáis a mano, con delicadeza, incorporándolo poco a poco, con movimientos de abajo a arriba.
8- Echamos la ralladura de naranja y las nueces.
9- Por último, forramos con papel vegetal el molde y vertemos la masa. Introducimos en el horno a unos 170-180ºC y esperamos a que el bizcocho suba (dependiendo de cada horno de media hora a 40 minutos).
Espero que te guste. Si es así, deja un comentario.
Besos y gracias.
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